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El manantial: Reine Jeanne d’Oraàs
Cripta del manantial salado de Bayaà
En la actualidad, el agua del manantial salado de la Place du Bayaà, en Salies-de-Béarn, ya no se utiliza. Es la fuente Reine Jeanne d’Oraàs la que alimenta la salina de Salies-de-Béarn.
De hecho, la sal de Salies-de-Béarn se extrae del agua del manantial Reine Jeanne d’Oraàs, que fue descubierto en 1830 y explotado por la Compagnie Thore, que más adelante se convirtió en propiedad de los parts prenants (titulares de explotación) de la Fuente Salada de Salies-de-Béarn.
En 1891, la Academia de Medicina autorizó la explotación del agua para fines terapéuticos en el balneario, que cada vez recibía más visitas. Con este objetivo, se construyó una canalización de 8 km, que uniría el manantial Reine Jeanne d’Oraàs con la salina de Salies-de-Béarn.
Un agua de manantial con cualidades excepcionales
Además de la importante concentración de cloruro de sodio, el agua del manantial Reine Jeanne d’Oraàs contiene, en total, más de 26 minerales y oligoelementos.
En un litro de agua encontramos:
- Más de 300 g de cloruro de sodio
- 1.500 mg de potasio
- 1.300 mg de calcio
- 700 mg de magnesio
- 11 mg de hierro
- 3 mg de manganeso
- 1,3 mg de zinc.
Desde el siglo XIX, el agua de los manantiales salados de la provincia de Salies-de-Béarn ha sido utilizada por sus propiedades benéficas para la salud.
La evaporación del agua salada: una técnica ancestral
A pesar de que la salina se ha abierto a los distintos avances tecnológicos de cada época, la técnica de extracción de la sal continúa siendo la cristalización por evaporación del agua. El agua se extrae directamente del manantial Reine Jeanne d’Oraàs y se lleva hasta la salina a través de un conducto de 8 km.
A continuación, se calienta lentamente en sartenes de evaporación: con el calor, el agua se evapora y la sal se cristaliza.